El niño maceta trajo serenata a una coqueta,Y cantando una ópera bajo su balcón,Le cayó en la cabeza de su ventana una flor,Y su cabeza quedo como roto macetón.Al médico debió ir, pero tardó mucho eso en ocurrir,Por ello cuando llegó le dijo el doctor que la herida ya no podía zurcir,No podían quitarle la maceta sin que muerto quedara por su cabeza hueca, Y a vivir se tenía que acostumbrar con la flor de una jacaranda chueca.Le dieron consejo de nunca dejar de regar, Porque la falta de agua a los dos iba a matar. El niño así iba para todas partes,Y al principio quiso cambiar su planta por jitomates.Pero el doctor le dijo que jitomates no podía allí poner, O en su intento iba a perecer,Entonces se le ocurrió que sería bueno llevar duraznos, Pero no pudo conseguir más que un par de gusanos.Los dejó viviendo allí,Murieron y tanta fue su tristeza y su frenesí, Que llorando, su árbol mucho regó,Y este creció, creció y creció…Fue entonces muy grande para pasearlo,Hubo delicadamente que podarlo,Él se casó con la niña a la que llevo serenata,Y en su boda ella llevó de sombrero una bota con otra planta. Tuvieron hijos muy disparejos, Y con ramitas se miraban en los espejos.Un día echó raíces en el jardín de su casa, Y a los pies del niño maceta ahora crece flor de calabaza. Arte y letra de:Ziffero · Francisco Saúl González Munguía